Cada 18 de abril se celebra el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, acontecimiento impulsado conjuntamente por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Icomos y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). El lema de este año es “Pasados complejos: futuros diversos”.
Por María Saavedra. 21 abril, 2021.Este notable acontecimiento nace con la finalidad de dar a conocer la importancia de promover, conservar y proteger el patrimonio de la humanidad y, así, evitar su desaparición y las consecuencias que ello conlleva, tal y como lo refiere la Convención del patrimonio mundial (1972) “el deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”.
Conmemorar este día constituye una oportunidad para reconocer que somos un país con una enorme diversidad cultural, en el que se hablan 47 lenguas indígenas, que tiene una riqueza patrimonial invaluable, con 11 sitios con Valor Universal Excepcional que se encuentran en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, entre ellos el Santuario Histórico de Machu Picchu, la Ciudad de Cuzco, el Sitio Arqueológico de Chavín, el Parque Nacional de Huascarán, el parque Nacional del Manú, la Zona Arqueológica de Chanchán, las Líneas y Geoglífos de Nazca y las Pampas de Jumana, etc.
Teniendo en cuenta el contexto actual y el lema de este año, no podemos dejar de reflexionar sobre el importante papel que puede ejercer nuestro patrimonio para contribuir al fortalecimiento de nuestra identidad cultural y encaminarnos a lograr el entendimiento, la inclusión social y el respeto mutuo de nuestra diversidad. Y, como lo destaca la Unesco (2005), esta diversidad requiere ser respetada y valorada por todos.
Es importante destacar que con la con la cultura y el patrimonio es posible transformar sociedades, contribuir al desarrollo sostenible y convertirnos en una sociedad tolerante e inclusiva en la cual nuestras diferencias culturales sean consideradas como una riqueza y no un factor de división.
Nuestro patrimonio puede constituirse en una herramienta motriz de nuestro desarrollo, no podemos desvincular a la cultura y el patrimonio del desarrollo si anhelamos que este sea sostenible. Necesitamos incorporar nuevos enfoques en la gestión de estos bienes culturales, como el enfoque inclusivo y participativo, el enfoque de derecho y el intercultural, a fin de lograr la apropiación social de nuestro patrimonio.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.